Una conductora de 30 años chocó con el Metrotrén, quedó ilesa, y minutos más tarde los médicos apuraron el parto de su embarazo de 34 semanas. Finalmente fue una hermosa y sana recién nacida.
La siguiente es una historia conmovedora, que debido a las situaciones vividas en sólo minutos, es difícil de contar y difícil de creer. Todo comenzó a eso de las 8:30 horas, cuando Aracelli Yoselin Landini Caviedes (30) salía de su casa del callejón Lo Urzúa, en el sector de La Iglesia en la localidad de Gultro, comuna de Olivar. Pero al llegar a la línea férrea, por causas que se investigan, su automóvil Chevrolet Corsa fue chocado por el Metrotrén que viajaba desde Santiago hacia el sur.
El impacto que provocó el convoy en el vehículo menor, fue muy potente. “Parecía que iba más rápido de los normal”, decía un vecino que fue testigo del accidente y que agregó que tras el choque, el auto dio varias vueltas hasta quedar a un costado del camino y del paso no habilitado. Pero a pesar de la fuerza del golpe, la mujer de 30 años, y que presentaba casi 8 meses de embarazo, quedó sin lesiones físicas.
Rápidamente llegó personal del SAMU para llevarse a la mujer hasta la clínica Isamédica, lugar donde fue atendida del impacto psicológico vivido. Pero mientras realizaban las primeras atenciones, se dieron cuenta que debían apurar el parto, a pesar de que el embarazo llevaba sólo 34 semanas. El alumbramiento no trajo mayores problemas para la madre ni para su nueva hija recién nacida, aunque debido a su calidad de prematura, debió quedar en una incubadora del recinto asistencial.
Felipe Alvear Silva / El Rancaguino
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