El Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua determinó la culpabilidad de Pablo Fuentes Castro por el delito de homicidio simple.
Fernando Ávila Figueroa
Fotos Nico Carrasco
Isabel Godoy Miranda, madre de Rolando Véliz, quien falleció el pasado 12 de noviembre del año 2013, no ocultó su emoción al escuchar de boca de la magistrado la palabra "culpable", por lo que inevitablemente debió salir de la sala donde se dictaba la sentencia por la muerte de su hijo.
Es que el Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua determinó la culpabilidad del funcionario de la PDI, Pablo Fuentes Castro por el delito de homicidio simple, cuya causa comenzó a investigarse el mismo día de los hechos; el 12 de noviembre del año 2013.
Tras una semana de juicio desarrollado en Rancagua, la Fiscalía Local, a través de la persecutora, María Pilar Moya Moreno, consiguió este veredicto.
De acuerdo a los antecedentes que fueron parte de esta indagatoria, el imputado dio muerte al joven de 18 años Rolando Véliz, cuando éste conducía un vehículo por Avenida República de Chile y era controlado por funcionarios policiales, quienes estimaron una actitud sospechosa del conductor del automóvil cuando pretendía evadir dicho control policial, abriendo fuego contra el vehículo, e hiriendo de muerte a la víctima.
En el marco de esta investigación, la Fiscalía solicitó diversas pericias al Laboratorio de Criminalística de Carabineros de Rancagua, entre ellas pericias balísticas, químicas y una reconstitución de escena, diligencia que se efectuó con la presencia de testigos y el propio imputado.
Tras la lectura del veredicto, tanto la Defensa del imputado como la Fiscalía y la parte querellante, iniciaron los alegatos para la determinación de la pena, donde el ente persecutor solicitó que a lo sumo, sólo se le reconozca la irreprochable conducta anterior como atenuantes, dado que la Fiscal estimó que no concurre una colaboración sustancial de parte del imputado, quien si bien declaró en la audiencia inicial de este juicio, éste siempre argumentó eximirse de responsabilidad en los hechos por los cuales se le acusó.
Pablo Fuentes Castro permaneció en prisión preventiva desde el mes de noviembre del año 2013 hasta el 20 de marzo del año 2014. Tras ello pasó a tener arresto domiciliario desde las 20 horas hasta las 8 de la mañana, la que cumple en la actualidad.
Para la Defensa, Fuentes Castro presentó en todo momento colaboración en la investigación por lo que solicita que la pena se baje en 2 grados, vale decir, 2 años de presidio menor en su grado medio. Esto debido a que el funcionario policial no se habría bajado del móvil con la intención de matar a una persona. Además de considerar el tiempo que ha estado con medidas cautelares y su irreprochable conducta anterior.
Esto se contrapone a los 10 años de presidio mayor en su grado mínimo que solicita la fiscalía, más una demanda civil por 60 millones de pesos por el daño producido a la familia, las accesorias legales y costas
Previo a la resolución judicial, Isabel Godoy Miranda, madre de Rolando Véliz, indicaba que pese al dolor que han sentido durante todo este tiempo, lucharon por hacer justicia, en especial, al ver el actuar irracional de un funcionario de la PDI ante un estudiante de cuarto año medio.
Considera que habían otras maneras para salir de la duda de quién era su hijo, agregando que están dispuestos a perdonar, pero ese perdón debe ir de la mano con la justicia, por lo que esperaban una pena de cárcel.
Isabel junto a familiares y amigos en las afueras del tribunal con fotos, pancartas y poleras realizaron una manifestación pacífica con el fin de dar a conocer el amor que le tenían a su hijo, así como destacar el gran ejemplo que fue como persona, quien según su madre no se merecía perder la vida de esta manera.
FISCALÍA MANIFIESTA CONFORMIDAD
Para el abogado representante de la familia de la víctima, Alex Ruz, tras esta resolución dijo estar medianamente satisfecho, ya que si bien se entregó un veredicto condenatorio, esperan la sentencia con una pena privativa de libertad, Agregó que no están de acuerdo con algún beneficio o alguna rebaja de pena, ya que se trata de un homicidio simple cometido por un funcionario policial en las circunstancias que se han conocido en la causa.
El abogado añadió que el acusado desde siempre dijo que no tenía responsabilidad en el hecho, declaración que llevó a que se hiciera una investigación por casi 10 meses y un juicio oral de una semana. “Otra posición u otra declaración del acusado claramente hubiese simplificado esta situación y no hubiésemos tenido que llegar a un juicio con tanta prueba pericial que claramente establece su autoría en el delito de homicidio”, sostuvo Ruz.
Por su parte, para la Fiscal, María Pilar Moya, la resolución es lo que pretendían, vale decir, una condena por el delito de homicidio, lo que acogió el Tribunal. “Estamos muy satisfechos con esta resolución, puesto que se accedió a la pretensión en términos del delito, el hecho es un delito de homicidio”, dijo la Fiscal.
En relación a la prueba balística, la Fiscal sostuvo que es una prueba que recogió el Tribunal como prueba científica, por lo que tuvo mayor imparcialidad y mayor rigurosidad. Es por ello que el Tribunal la acogió por la calidad que tiene. A esto se suman los testigos imparciales que prestaron su relato, quienes dieron la ubicación del imputado.
Con respecto a lo que pide la Defensa, en bajar 2 grados la pena, la Fiscal dice que para que ello ocurra se deben cumplir ciertos requisitos legales que en este caso no se cumplen, ya que por ejemplo, el aporte que el imputado a entregado en la investigación no ha sido la mejor en términos de sustancialidad para así generar una sentencia condenatoria.
Cabe recordar que el caso ocurrió el 12 de noviembre del 2013, cuando Rolando Véliz Godoy, de 18 años, conducía junto a su polola por avenida República de Chile, sin su licencia de conducir y en estado de ebriedad. En aquel estado colisionó levemente a otro vehículo, y en vez de detenerse, se dio a la fuga.
En medio de la huida el joven fue divisado por funcionarios de la PDI, quienes intentaron alcanzarlo, ya que pensaron que se trataba de un procedimiento policial. Asustado, el estudiante intentó huir entremedio de autos detenidos en un cruce semaforizado. Para detener el descontrolado intento de escape, el detective formalizado sacó su arma de servicio y disparó contra el estudiante desarmado. El joven falleció minutos después, mientras era atendido.
La lectura de sentencia se conocerá el próximo lunes 18 de mayo al mediodía.
EL RANCAGUINO
0 comentarios:
Publicar un comentario