No se puede exigir marcas en los útiles escolares

Desde la Superintendencia de Educación además recordaron que los colegios que reciben aportes del Estado no pueden exigir ni artículos de aseo u oficina a los alumnos, ya que estos están cubiertos con la subvención.

Camila Barrios E.

Fotos: Marco Lara

“Ningún establecimiento educacional que reciba aportes del Estado podrá exigir útiles de una determinada marca, uniformes escolares y textos sin un previo acuerdo entre los Centros de Padres y Apoderados, Consejo de Profesores, Centro de Alumnos y Comité de Seguridad Escolar, o sea sin consultarle a la comunidad escolar” indicó el director regional de la Superintendencia de Educación (Supereduc), Juan Ramón Godoy.

Los uniformes no deben ser solicitados de ninguna tienda en particular, ya que según lo establece el decreto supremo n°215, los establecimientos educacionales podrán obligar a sus alumnos a utilizar un tipo de vestimenta específico, siempre que sea económico y no ostentoso. Y el apoderado tiene el derecho de comprar la vestimenta escolar donde le parezca pertinente. El director regional recordó que en ningún caso el incumplimiento del uso del uniforme escolar podrá ser sancionado con la prohibición de ingreso o permanencia en el establecimiento educacional. Además insistió en que “los apoderados tienen el derecho de adquirir el uniforme de sus hijos donde prefieran, ya que nadie los puede obligar a escoger una tienda en determinada”.

Otro punto al que se refiere la superintendencia es a la compra de textos escolares, los cuales son entregados por el ministerio de educación.  Godoy se refirió a este punto aclarando “los libros son un material didáctico mínimo con el que deben contar los niños y jóvenes, por eso no tienen costo para ellos”. Hay que tener en consideración que esta norma exime a los colegios particulares pagados.

Godoy también hizo un llamado a aquellos apoderados a los que se les ha incluido en la lista productos de aseo como: cloro, papel higiénico, entre otros, o artículos de oficina como: resmas de hojas o plumones de pizarra, pueden hacer la denuncia correspondiente para la posterior fiscalización del hecho.

“Ya se han detectado colegios que han incluido en sus listas resmas de hojas y otros productos que no corresponden” dijo Godoy, motivo por el cual el director regional recomendó a la comunidad escolar que identifique estas faltas, acercarse a denunciar a la oficina de la Superintendencia de Educación ubicada en calle Cuevas #199, Rancagua; o también ingresar a la página web del organismo.

Además la autoridad aseguró que los colegios que incumplan con la normativa arriesgan sanciones gravísimas, las que pueden incluso causar la inhabilitación del sostenedor. Esta norma está vigente para todos los establecimientos escolares, a excepción de los particulares pagados, los cuales pueden exigir según su criterio siempre y cuando no exijan productos que pongan en riesgo a los estudiantes, este año el producto que debió ser removido de las listas por su toxicidad fue la silicona líquida.

Lo importante es que la comunidad escolar conozca sus derechos y los haga valer, ya que además de poner énfasis en la lista de útiles escolares, lo cual es contingente ahora que la región está a días de dar por iniciado el periodo escolar anual, la superintendencia de educación es clara en presentar los derechos también de los alumnos al interior de los recintos, donde se les debe tratar con respeto, así también deben proporcionarle un recinto apto para el apto desarrollo de las clases.

Más de 172 mil alumnos de la región son beneficiados con la entrega de textos escolares

En O´Higgins se repartirán libros a 641 establecimientos municipales y subvencionados, lo que se traduce en 978 mil ejemplares los que serán utilizados por 172.165 estudiantes de enseñanza parvularia, básica y media.

Cabe destacar que este beneficio es para todos los alumnos – desde pre kínder a 4° medio -  que asisten a establecimientos municipales y subvencionados. 

Al respecto Alyson Hadad, seremi de Educación,  destacó la gratuidad del beneficio, sosteniendo que “una familia puede llegar a ahorrar hasta 140 mil pesos año por concepto de compra de libros escolares; además -  a diferencia de otros años -  los textos no deben ser devueltos y los alumnos pueden utilizarlos para repasar contenidos”.

En caso de extravío durante el año escolar, los alumnos pueden solicitar la reposición del libro a través de la dirección del establecimiento. Por otra parte, si algún establecimiento municipal o subvencionado llegase a cobrar algún valor por los textos, los apoderados pueden hacer su denuncia al fono 600 600 26 26 o bien, acercarse a su departamento provincial correspondiente.

EL RANCAGUINO