Todo comenzó temprano (a eso de las 13.00 hrs.) en el DJ Stage que mantuvo una fiestaconstante durante todo el día, musicalizando el baño en las piscinas de algunos valientes a quienes el extraño clima no impidió disfrutar del agua y la música electrónica. Roman & Castro, The Twelves, y Matías Aguayo + Mostro destacaron en uno de los espacios más bailables del evento.
En tanto, en el Escenario Internacional Movistar, el vocalista de Rapture, Luke Jenner, abría los fuegos ante un público todavía escaso a eso de las 14.30 horas, mientras el rock neoyorkino de The Drums (en su tercera visita consecutiva a Chile)desarrollaba acto seguido un set corto pero efectivo de canciones rock-lisérgicas que cumplieron su objetivo con dignidad.
Solange Knowles (la menos popular hermana de la célebre Beyoncé) aportó la necesaria dosis de sonido negro al programa, con una interesante mezcla de R&B, hip hop, soul y funk. Las mayores ansias de los asistentes a esa hora frente a este escenario, sin embargo, estaban dedicadas al venezolano-norteamericano Devendra Banhart, el desgarbado neo trovador alternativo que se ha transformado en habitué en Santiago durante los últimos tres años, con sus canciones simples, melódicas y tranquilas, que rara vez alcanzan el delirio energético del rock más tradicional, pero cuya propuesta canta y encanta a numerosos fans criollos, con los cuales él asegura sentirse cálidamente conectado.
Los largamente esperados Spiritualized salieron a escena entre aplausos a eso de las 21.30 horas, con su alma máter Jason Pierce luciendo lentes oscuros y actitud taciturna, que sin embargo, no restó lucidez a un repertorio basado en sus siete discos de estudio y que muchos habían – tal como él mismo recalcó previamente a Cooperativa – aguardado varios años por escuchar en vivo. Con una banda de músicos de sesión conformada sólo para este show, Spiritualized – o Pierce en realidad – demostró por qué es un nombre tan respetado entre especialistas y melómanos desde los 90's hasta hoy.
La verdadera fiesta se desató, no obstante, con la aparición de M.I.A. a eso de las 23.30 horas, único show del festival que contó con un poco más de producción en la puesta en escena y que logró el delirio de los miles de asistentes con su ritmo hip hop/pop con influencias de raíz étnica (en razón de su origen tamil cingalés) que desembocó en una explosiva propuesta urbana imposible de ignorar.
El sonido electro-dance de Cut Copy cerró todo en este escenario pasada ya la 1.40 de la madrugada, con problemas técnicos y confusión de bases que incluso los obligaron a detener el concierto por algunos minutos, lo que no impidió a los asistentes que aún quedaban en el recinto dar curso a su afán por cerrar la jornada con una buena dosis de baile.
COOPERATIVA.CL
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