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La casa se encuentra en las mismas condiciones y en las afueras existe un foto de la mujer asesinada, un recuerdo de la segunda víctima, y cientos de personas llegan cada tarde a rezarles dejando un vela encendida en recuerdo de quienes murieron a manos del ”Loco”, como lo conocían en el pueblo.
Dos años se han cumplido de la horrible muerte que encontraron dos personas al interior de esa fatídica casa ubicada en la calle Los Alerces 145 de la comuna de Lolol.
Esa tarde del 12 de julio, donde cerca de las 13:30 horas llegó hasta el domicilio una mujer a bordo de un automóvil. Se trataba de María José Reyes Moore de 46 años acompañada de dos de sus hijos, los que viajaban desde Vitacura, Región Metropolitana hasta Paredones para disfrutar de unas vacaciones de invierno en compañía de la familia.
La mujer se estacionó afuera de la casa y su intención era adquirir unas antigüedades que tenía un hombre que vivía allí. Se trataba de Oscar Segundo López Rodríguez de 38 años, pero todos lo conocían en Lolol como “El Loco”. Todo era tranquilidad en Lolol hasta que en cosa de minutos, una vez que ingreso la mujer a la casa seguida por uno de sus hijos, este salió corriendo solicitando ayuda, y según vecinos gritaba, “están matando a mi mamá, ayúdenme”.
El enloquecido hombre había tomado un machete atacando a la mujer cuando esta al ingresar habría abierto un mueble, encontrándose con la cabeza de un ser humano gritando horrorizada. Fue en ese momento en que tomó el machete agrediéndola y luego arrastrando su cuerpo hasta un palo que se encontraba en el patio, procediendo a cercenar su cabeza y luego, tomándola del pelo, salió con el cráneo entre sus manos, quedando horrorizados sus vecinos al ver esta dramática escena. Voluntarios del Cuerpo de Bomberos vieron al individuo jactándose de su demencial ataque y avisaron a los carabineros del retén local, que también recibieron la alerta de los hijos de la víctima.
Uno de los testigos fue un vecino, propietario de una botillería manifestando ese día que “vi cuando le cercenaba la cabeza, vi a los niños como gritaban, ¡ayúdennos por favor, están matando a mi mamá!, fue algo realmente difícilmente de olvidar. Carabineros corrió hasta la casa ingresando por la parte trasera y fue en ese momento que observaron que el hombre estaba fuera de sí, dispararon al aire para amedrentarlo y no fue posible. Este de inmediato intentó atacar a Carabineros debiendo uno de ellos dispararle al cuerpo, dándole muerte con tres balazos, terminando así con la dramática escena.
La casa se llenó de policías, detectives, carabineros, sin pensar con lo que se encontrarían dentro de ella, ya que mantenía una cabeza humana dentro de un mueble. Se estableció que uno de los fallecidos era José Duarte Becerra de 42 años, quien se encontraba desaparecido desde hace tres días, presentándose en esa oportunidad una denuncia por presunta desgracia en carabineros de Lolol. Se inspeccionó con el Gope toda la casa para verificar si había más víctimas en la casa.
Cuando el tiempo había pasado, cerca de seis meses, el perro del anticuario permanecía en la casa. Muchos intentaron llevárselos a otra casa y el regresaba en busca de su amo. Este según vecinos lloraba en la noche, hasta que un amigo del anticuario se lo llevó a su casa para cuidarlo hasta el día de hoy.
A dos años de los crímenes, la casa se encuentra en las mismas condiciones y en las afueras existe un foto de la mujer asesinada, un recuerdo de la segunda víctima y cientos de personas llegan cada tarde a rezarles dejando un vela encendida en recuerdo de quienes murieron a manos del ”Loco”, como lo conocían en el pueblo. Cabe señalar que el carabinero que le disparó nunca quiso hablar, ya que habría quedado choqueado, y fue trasladado hasta San Fernando, específicamente a la Primera Comisaria, y luego de algunos meses, solicitó su baja voluntaria volviendo a su tierra natal, Curicó.
José Pinto-Fernando Ávila
El Rancaguino
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