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En mayo de 2013, Enzo Fernández fue formalizado y privado de libertad por un robo con intimidación. La única prueba que tenía el Ministerio Público para formalizar la investigación era el reconocimiento que la víctima hizo basándose en una foto de la popular red social.
José Pinto/M.J.C.O
Luego de un año de investigación, por fin terminó la pesadilla de Enzo Fernández, joven santiaguino que fue acusado de ser el autor de un robo con intimidación que afectó a una mujer en San Fernando, víctima a la que le quitaron a la fuerza una cartera que contenía más de siete millones, hecho ocurrido a las afueras de la sucursal del Banco de Chile. Según la afectada, este hombre habría sido quien le arrebató su dinero, esto tras reconocerlo en Facebook.
Los hechos se remontan a mediados del año 2011, cuando en las afueras del banco sanfernandino ocurrió el robo, instancia en que la víctima realizó la denuncia correspondiente y señaló que un hombre alto y fornido arrancó en un vehículo Peugeot 206 color rojo tras quitarle el dinero. Con ese dato, Carabineros de Mostazal indicó que un automóvil con esas características evadió un control policial, instancia en que le entregó el número de patente a la afectada, quien de forma independiente buscó el nombre del propietario y logró identificar a través de Facebook.
Tras este supuesto reconocimiento, un año más tarde la policía contactó a Enzo, a quien llamaron a su hogar para que se presentara en la unidad policial cercana. “Sin entender nada fui a la PDI y quedé detenido. Ahí me contaron que me estaban investigando por un asalto en San Fernando, comuna que ni siquiera conocía”, detalló el joven. Esa noche pasó detenido y al día siguiente fue trasladado al tribunal de Garantía de la capital de Colchagua para su formalización, en la que tras la exposición del fiscal, el presunto asaltante y su familia quedaron sorprendidos, más aún cuando lo dejaron en prisión preventiva.
El presunto implicado, quien no tenía antecedentes anteriores, contaba con las pruebas suficientes para confirmar que el día y hora del asalto no estaba en el lugar de los hechos, ya que se encontraba en Santiago trabajando. Además de esto, el Ministerio Público no había puesto en antecedente que el día del asalto el auto que habría servido para ubicar a Fernández, había sido robado a su dueña. Todos estas incongruencias fueron presentadas por la Defensoría ante la Corte de Apelaciones de Rancagua, cuyos ministros determinaron cambiar la prisión preventiva de Enzo, por otra medida cautelar.
Enzo alcanzó a estar cinco días privado de libertad, fue el tiempo suficiente para cambiar su vida, ver su nombre expuesto en la prensa y vivir con el temor de ser detenido nuevamente por razón infundada. Pese a la contundente prueba de la inocencia de Enzo, pasó más de un año para que el Ministerio Público determinara no perseverar en la investigación y otros tres meses para que se realizara su audiencia de sobreseimiento definitivo en la que fue representado por su defensora, Fabiola Ramírez, y el Jefe de la Unidad de Estudios de la Defensoría Regional, Víctor Providel.
“Con este dictamen de la magistrado Reyes por fin me voy tranquilo a la casa, con el reconocimiento de mi inocencia. No obstante, me voy defraudado del sistema. Los errores fueron muchos y no descarto iniciar un juicio contra el Estado por daños y perjuicios. Además, ya di la autorización para que mi causa sea expuesta en el Proyecto Inocente de la Defensoría, institución de la que estoy muy agradecido”, concluyó el joven que fue acusado erróneamente.
El Rancaguino
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