Municipio de Rancagua espera retirar toda la propaganda electoral de aquí a una semana

Una gran cantidad de carteles y letreros promocionando a distintos candidatos aún permanecen en las calles de la ciudad, ya que los comandos no los han retirado como corresponde. Es por ello que el municipio ha decidido acelerar este proceso y comenzó el lunes a sacar esta publicidad.

Las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales ya quedaron atrás, sin embargo, aún quedan vestigios de ésta en las calles de las ciudades, ya que la gran parte de la propaganda electoral se mantiene en su lugar. Esto pese a que la ley 18.700 obliga a que su retiro se realice hasta tres días después de la votación, por lo que el plazo vence hoy.

La normativa señala también que, en el caso de que esto no se cumpla, “las municipalidades correspondientes deberán retirar esos elementos, estando facultadas para repetir en contra de los partidos políticos y candidaturas independientes por el monto de los costos en que hubieren incurrido”. Asimismo, las candidatas a la Presidencia que pasaron a la segunda vuelta también deberán sacar su publicidad de las calles y sólo podrán volver a promocionarse entre el 1 y el 12 de diciembre.

Daniel Gaete, administrador municipal de Rancagua, explica que a partir del lunes el municipio comenzó con la tarea de despejar las vías. Sin embargo, a partir del jueves empezarán a cobrar a los comandos los costos de este proceso que, debido al paro de los funcionarios municipales, han debido llevar a cabo con la ayuda de empresas externas.

“Citeluz nos presta los servicios de camiones especializados para sacar propaganda en altura, mientras que Urbana nos presta el servicio de recolección de residuos y se preocupan del retiro y disposición final de estos carteles, letreros y palomas”, asegura Gaete, quien agregó que esperan realizar esto en el menor plazo posible y volver a tener la ciudad limpia de propaganda electoral en unos 8 o 10 días más.

Finalmente, sobre el cumplimiento de esta disposición por parte de cada comando, el administrador municipal expresa que “ha sido muy menor, pero es un comportamiento histórico y no obedece a una elección en particular, sino que tal vez los comandos se olvidan que también tienen esa obligación legal de efectuar su retiro y, por lo tanto, hemos procedido nosotros”.

Daniella Girardi

EL RANCAGUINO