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La comunidad intenta ponerse de pie, encarando una vez más la reconstrucción.
En el frontis de la Iglesia de San Francisco y con improvisados mesones, se llevó a cabo el comedor que la parroquia ofrece todos los sábados a la gente en situación de calle. Pese al incendio que la madrugada del lunes afectó la zona de comedores y oficinas parroquiales de la Iglesia, la actividad no fue suspendida, sino que reacondicionada a la nueva situación.
Según explica Ingrid Cáceres, apoderada y encargada de la pastoral del Instituto O'Higgins, la situación se resolvió llevando la comida lista y poniendo mesas donde la gente pudiera comer “Frente a este desastre quedamos sin ollas, sin cocina, sin mesas, sin nada; así que por el momento se trajo la comida hecha, lo preparó un curso del instituto y vinimos con las voluntarias a entregarlas”, señala.
La iglesia de San Francisco ofrece almuerzos todos los sábados, sin embargo este servicio es financiado por un empresario para cubrir los gastos del segundo y cuarto sábado del mes solamente, almuerzos que son organizados enteramente por la comunidad parroquial. Para los demás fines de semana, el almuerzo está a cargo de la gente del Instituto O'Higgins, quienes a través de su pastoral realizan esta actividad hace casi un año. “Nace la instancia de venir a ayudar al comedor desde una inquietud de los apoderados a través de la pastoral del Instituto, Y surgió algo mucho más lindo, que es que cada curso quiso hacerse cargo un sábado y son ellos los que traen los insumos y la mano de obra”, explica Ingrid Cáceres.
El comedor recibe entre 80 a 102 personas, y este sábado hasta las 13:00 hrs, habían llegado más de 70 personas. Según comenta el Padre Sergio Duque, en el invierno del 2013 recibieron hasta 140 personas por día, pues cuando hay lluvia aumenta el número de gente. Es por esto que la Iglesia no quiere suspender el comedor pese a la pérdida de la infraestructura en el incendio, “yo creo que vamos a tener que seguir igual, por mientras en el pasillo armando los comedores, pero tenemos que seguir, no queremos detener la obra” dice Sergio Duque, quién agrega “se trató de comunicar a la misma gente que la obra no se detiene, se les avisó en las calles y a los que vienen llegando se les dice que seguimos todos los sábados igual”.
“Tenemos que hacer un plan de trabajo, porque lo complejo va a ser esos días en que el comedor lo realiza la Iglesia porque ahí son menos voluntarios, así que vamos a ir viendo durante la semana cómo se irá financiando, dónde cocinamos, cómo solucionamos esto” explica Ingrid, la encargada de la pastoral del Instituto, “hay varios puntos, lo primero es que no tenemos donde hacerlo, y lo segundo es que la gente no va a otro lugar, la mayoría viven en situación de calle y no tienen donde acudir”.
Reconstrucción del Templo
El incendio que la madrugada del lunes afectó la iglesia, destruyó las oficinas parroquiales, los salones de catequesis y por supuesto, la cocina y el comedor parroquial, es por eso que hoy se debe trabajar en la reconstrucción “Hay dos momentos, el primero es el ahora ya, que es ver dónde vamos a instalar las oficinas parroquiales, para ver donde vamos a atender a la gente. Lo segundo es qué vamos a hacer, cómo vamos a reconstruir esto”, explica Sergio Duque.
El sacerdote sostiene que por ahora hay que preocuparse del levantamiento de planos y la realización de un proyecto de reconstrucción para postularlo a distintas instituciones, tanto locales como extranjeras. “El lunes tenemos reunión con la Intendenta para ver como ella nos puede ayudar” dice el párroco, “vamos a ocupar todas las vías posibles para buscar ayuda”.
Una de las vías de ayuda es la misma comunidad, por eso Ingrid Cáceres y el Padre Sergio, comentan que se está organizando un bingo para el día 23 de agosto en el gimnasio del Instituto O'Higgins. “Estamos solicitando ayuda para esta actividad, desde los premios hasta los que quieran ser voluntarios” señala Ingrid.
Por Valentina Bustamante Espina
Fotos: Nicolás Carrasco
El Rancaguino
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