¿Se pudo prever el accidente del Colegio Olegario Lazo? en San Fernando

Dos informes oficiales que advertían de problemas en la infraestructura, un director sacado de su cargo, evidencia que habrían sido arrojadas al río, niños que siguen en estado de shock, son algunos de los detalles de este accidente que ocurrió hace solo una semana.

Irene Padilla A.

Cuando María José Pizarro,  madre de una de las alumnas del 5°B del  Colegio Olegario Lazo llegó al establecimiento donde se educan  sus tres hijos, el caos era total. Era el mediodía del miércoles  30 de julio cuando al interior y en las afueras del colegio,  ambulancias, bomberos, carabineros y decenas de niños lesionados y shockeados eran parte de una escena trágica. Con solo unos pasos por los corredores  los padres fueron testigos de una situación, que cual tragedia griega, todos sabían que ocurriría pero nadie se atrevía a enfrentarlo: la infraestructura había colapsado  y trozos de yeso del cielo del salón de su pequeña habían caído sobre los alumnos en plena clase.

Según María José, la información publicada por los medios de comunicación en esos días  fue solo una pincelada  de lo que realmente aconteció  esa tarde. “Cuando llegué al colegio supe que la Corporación junto al SAMU tuvieron el poder para derivar a los niños a urgencia, mandaron solo 13 niños cuando debió ser todo el curso,  por ejemplo, mi hija fue una de las que no llevaron, quedó en estado de shock, hasta el día de hoy no duerme bien y eso fue una decisión de ellos. En el hospital, no se realizaron exámenes de rigor, cuando hubo niños con hematomas, niños con cortes, niños que no se les hizo siquiera una radiografía, que estuvieron en estado de inconsciencia en sus casas y que  durante esa jornada volvieron al servicio de urgencia. Recién hoy los alumnos  más afectados fueron llevados a Santiago para realizarles un escanner, después de cinco días”, aseguró.

Al mismo tiempo que María José enfrentaba uno de los episodios más traumáticos de su vida, Walter Arrué, director hasta ese momento del establecimiento, confrontaba el caos con las pocas armas que tenía a mano. “Iba camino  a la Corporación Municipal, cuando me llamó la secretaria, y en menos de tres minutos estuve de vuelta.  Fui de inmediato a la sala y me encontré con trozos de yeso y focos esparcidos por el suelo. Los alumnos más afectados ya se encontraban en la Inspectoría mientras el resto del curso estaba en la biblioteca, tomé mi celular y llame al 131  y a  José Manuel Frias encargado de Educación de la Corporación. Luego le entregué mi celular a la secretaria para que llamara a todos los apoderados que pudiera”.  Según  el profesor Arrué, tras la llegada del secretario General de la Cormusaf, Leonel Littin, él perdió toda influencia en la situación. “Cuando aparece la gente de la  Corporación, me hacen a un lado, y ordenaron a los auxiliares  a remover todos los escombros  y que se dejara la sala limpia lo antes posible. Los auxiliares hicieron ese trabajo y posteriormente uno de ellos me manifestó que se le ordenó que los escombros fuesen subidos a una camioneta  y botados en la ribera del río Tinguiririca”.  

Walter Arrué explica que había razones de sobra para esconder los restos de yeso que cayeron al suelo. Esto porque diversos informes de la Corporación Municipal sanfernandina, y de la Superintendencia de Educación detallaban que la infraestructura del colegio estaba en mal estado  y tenía los días contados.

Por ejemplo, el 13 de agosto  de 2013 , el Prevencionista de Riesgos de la Cormusaf , Jo?e Padilla firmó el documento “Análisis de Riesgo del Colegio Olegario Lazo Baeza” en el  cual  detalla que estructuralmente el edificio tenía problemas como : desniveles  que podrían causar severas caídas a los menores , zonas inundables, cerámicas rotas, hongos, filtraciones, muros sueltos y quebradizos en los patios,  tapas de alcantarillados rotas o sin rejilla de protección, y un endeble cierre perimetral.

Casi un año después  la Superintendencia de Educación, en un informe realizado  el 18 de junio pasado explicita los mismos problemas estructurales, situación que amerita la citación del alcalde a declarar ante el organismo fiscalizador el pasado  26 de junio. Si bien el director de la superintendencia regional, Juan Godoy se refirió a este informe en la prensa, solo explicó que los problemas del colegio eran administrativos, y no mencionó el hecho de la que la fiscalizadora  haya visto graves fallas en la estructura del edificio.  Una de las tantas observaciones  realizadas por la profesional detalla  la siguiente falencia: “cierre perimetral  ubicado en patio  de nivel parvulario  y contiguo a la sala  de integración , presenta pandereta  en mal estado, al tocarla se mueve, de acuerdo a información entregada por la Inspectora General  este problema  viene desde el terremoto”.

El director del colegio, en innumerables cartas, memos y correos electrónicos informó a la Cormusaf sobre la peligrosa situación de la infraestructura sin embargo no recibió respuesta. Es por ello que él comprende la reacción de la Corporación que el pasado viernes lo sacó del cargo: según el docente sabía demasiado.

 “Ese día  cuando llego la SIP de carabineros, los policías empezaron  a preguntar por qué habíamos limpiado la evidencia. Yo  creo que se  estaban  lavando las manos, había que limpiar para que no se notara que había una negligencia. El viernes me citaron a la Cormusaf y  me dicen que yo estoy desvinculado del cargo por presión de los apoderados. Según ellos habían muchas denuncias de los apoderados del colegio en contra mía y le pregunte al alcalde si le habían mostrado esos documentos  y me lo negó. Cuando me sacaron del cargo me dijeron que tenía que quedarme  callado, les dije que no, que le iba a comunicar a mis colegas  y a los apoderados por qué me sacaron del colegio, ellos querían taparlo todo”.

Mientras el ahora ex director del colegio acude a la Inspección del Trabajo para enfrentar su desvinculación, la apoderada María José Pizarro  esta angustiada por  el traslado de los menores hasta la ex sede  de la Universidad del Mar, un edificio que desde su punto de vista no es el apropiado para pequeños de prekinder a octavo básico. “Nosotros  visitamos ese edificio y sabemos que no está  en buen estado,  por lo menos yo no quiero que mi hija vaya ahí, es un edificio que no tiene la estructura para integración. Una de mis hijas está en prekinder y no puede ir a un edificio diseñado para adultos , las salas son solo vidrio, no hay gomas  antideslizantes, qué hacemos con los niños hiperactivos, los apoderados se mostraron de acuerdo pero porque están desinformados, ven que es un edificio nuevo , quizás cercano a sus casa pero no hay seguridad ”.

La mañana de ayer los apoderados envueltos en el escandaloso accidente del colegio Olegario Lazo interpusieron  una querella criminal por cuasi delito de lesiones  en el  Juzgado  de Garantía de San Fernando con la esperanza de que se haga justicia por sus hijos, y por sobre todo que la verdad salga  a flote.

Leonel Littin, secretario general Cormusaf

“Nadie  podría haber previsto lo que iba a pasar”

El Rancaguino fue recibido por el actual secretario General de la Corporación Municipal de San Fernando quien entregó algunos detalles del accidente. Según Leonel Littin, aun no hay claridad respecto a las causas del colapso material del edificio, y por ello expertos siguen trabajando en la estructura. “Aquí hay un problema y eso tiene  que ver directamente con los inspectores técnicos de obras, con los hitos , porque en una obra quien va autorizando  las  actividades  o las etapas son los inspectores técnicos de obras. Al final la recepción definitiva del municipio tiene que ver con los informes previos de Obras quienes están a cargo de la fiscalización. En estos momentos tenemos un arquitecto, un ingeniero calculista y un prevencionista de riesgo quienes están haciendo  la  evaluación completa de todas las fallas que pudieran haber respecto al mismo concepto de los  techos”.

¿Algo similar pasa en otros salones? 

No tenemos esa información todavía, por eso como precaución, mientras no tengamos la certeza con un informe fundado de técnicos no vamos a volver al edificio .

¿Como financiaran los arreglos?

Primero pondremos querella  contra quienes resulten responsables y ver las denuncias civiles para el pago si es que corresponde a un tercero. 

¿Pero la Cormusaf  puede financiar las reparaciones?

En este  minuto no tenemos las condiciones, por lo tanto,  vamos a hablar con el Ministerio de Educación para pedir apoyos.

¿Cómo se generó la utilización de la sede de la U. del Mar como un colegio temporal?

Hay un arriendo el  municipio, que colocará recursos para arrendar ese edificio para poder trabajar con la formación de los niños, no sabemos cuánto tiempo estarán ahí y depende del informe de los inspectores. Tenemos que hacer varias habilitaciones como cocina-comedor,  algunas protecciones pero en general son obras muy menores.

¿Cuáles fueron las razones para la salida del director Walter Arrué?

Indudablemente nadie  podría haber previsto que esta situación  se iba a producir, sin tener un estudio técnico  y una mirada profesional. Pero si se produjeron a lo largo del primer semestre alguna situación y el manejo  de la crisis del conflicto que hace que el equipo directivo decida  reacomodarlo, pero el director no se va del sistema si no que es resignado a otro establecimiento. Aquí no hay despido sino que son reubicados, porque esta crisis que se produce en el establecimiento  necesita una  contención   especial.

¿No cumple con el perfil que necesitan hoy?

Podríamos decir que si .

¿Quien lo reemplazará?

El día 11 de agosto se reinician las clases en la Universidad del Mar y tenemos para el cargo de director otro docente de experiencia  que tiene el plus que además es psicólogo por lo tanto  es la persona adecuada para liderar ese tema, es Claudio Montenegro.

El Rancaguino