Imponente. Un hermoso edificio de 6 pisos, con más de 100 mil metros cuadrados de construcción, moderno equipamiento y nuevas unidades. Allí funcionará el Hospital Regional. Sin duda, una gran obra para la Región de O’Higgins, que implicó una inversión de más de 90 mil millones de pesos. La comunidad debería estar contenta, expectante; empezando por el personal de salud y los usuarios. Sin embargo, lo que se observa son críticas y reclamos.
Ya surgió la polémica por el nombre que se dará al nuevo hospital, las críticas porque no se sabe la fecha en que entrará en operaciones; como también por el déficit de personal y la falta de movilización colectiva al centro asistencial.
Lo cierto es que la construcción del nuevo hospital presentó diversos problemas y retrasos. Y ahora existen dificultades para su entrada en operaciones.
Así lo reconoció el director del Servicio de Salud, Fernando Troncoso, quien indicó que “no podemos poner una fecha de traslado”, porque primero se debe resolver una serie de problemas, entre ellos el contar con un sistema informático. Explicó que la anterior administración llamó a una licitación y adjudicó el contrato para la implementación del sistema informático. No obstante, la Contraloría determinó que la licitación había sido irregular y se anuló el proceso. Ahora, indicó Troncoso, se debió llamar a una nueva licitación.
Respecto del déficit del personal de salud, indicó que se debió actualizar la información y que la brecha de cargos alcanza a aproximadamente 500. Agregó que se solicitaron esos cargos “y hoy están puestos en el presupuesto de la Nación que se debe aprobar”.
Fernando Troncoso se mostró algo molesto por tantas críticas, sin considerar que algunos problemas deben ser resueltos por otros organismos, por ejemplo el tema de movilización colectiva al nuevo hospital. Por lo mismo, pidió menos críticas y más apoyo, más colaboración para resolver las dificultades y así poner en marcha y en operación el que será uno de los más modernos hospitales del país.
UN HOSPITAL DE ALTA COMPLEJIDAD
Para observar cómo va el proceso de puesta en marcha y de instalación de equipamiento, visitamos el nuevo hospital junto al director del Servicio de Salud. Ingresamos a la Unidad de Emergencia, en que la entrada de las ambulancias será por la Alameda. Las dependencias son amplias, con sala de reanimación, box de atención y otras.
En el tercer piso está la Unidad de Paciente Crítico (adultos y niños) y los pabellones quirúrgicos. En el quinto y sexto piso están las salas de hospitalizaciones segregadas en mujer, varones adultos y niños, para traumatología y otras especialidades. Las salas de Medicina y Neurología están en el segundo piso.
Fernando Troncoso explicó que “existen servicios o áreas preferentes para atender ciertos pacientes, pero el modelo de gestión de este hospital es de cama indiferenciada, es decir las personas son hospitalizadas en las camas que están disponibles bajo un nivel de cuidado estandarizado. Es parte de una estrategia para optimizar el uso de las camas disponibles”.
– El Servicio de Urgencia ha tenido varios problemas y en ocasiones se ha visto colapsado, ¿cómo van a resolver ese tema en el nuevo hospital?
– En el nuevo hospital la Unidad de Emergencia tiene una superficie mucho mayor a la del antiguo hospital y va a tener un mayor número de personas atendiendo acá, así es que eso debe contribuir a que no se colapse de la manera que lo hace hoy. Sin embargo, hay que señalar que la espera está dada no sólo por la infraestructura, sino que por la sobre demanda que las personas hacen de esta urgencia en particular.
– ¿Se podrá evitar el que varios pacientes esperen días en Urgencia por una cama en el hospital?
– La Urgencia puede funcionar impecablemente, pero si no hay camas disponibles en este hospital u en otros hospitales de la red, de acuerdo a los requerimientos de salud, igual los pacientes se van a quedar estancados acá; ese no es un tema que va a resolver el hospital nuevo.
– ¿No será mala gestión de algunos Servicios?
– Tenemos claro por qué no hay camas y lo que hemos hecho es elevar el nivel de complejidad de muchas camas. Esta red tiene mil 100 camas y teníamos una proporción muy alta de camas básicas, de baja complejidad. La solución para eso es aumentar la complejidad de las camas en la red en general, no sólo en este hospital. Es una mirada de red, no basta tener un edificio más grande para resolver ese problema.
– En Medicina hay pacientes que están semanas hospitalizados veces solo esperando un examen en Santiago. ¿No se va a tomar alguna medida para mejorar esa situación y así disponer de más camas?
– Se están tomando medidas. Nosotros estamos generando por ejemplo camas para pacientes con problemas sociales. En el hospital de Peumo, por ejemplo, hay 20 camas para personas que tienen un problema médico y que además está asociado a un problema social que no puede resolver y que lo obliga a mantenerse hospitalizado. Para evitar usar una cama más compleja generamos este otro tipo. Y también estamos mejorando la unidad que gestiona la totalidad de las camas de la región. Hay que reforzarla y dotarla de otras atribuciones para que efectivamente pueda tomar decisiones.
Yo quiero señalar que para mejorar la atención no basta con tener una mejor infraestructura, sino que también es importante el trato. La gran deuda que tiene el sistema de salud chileno es el trato.
– ¿Por qué el Servicio de Medicina del Hospital Regional tiene una de las tasas más altas de mortalidad del país?
– Este es uno de los hospitales más complejos de Chile. Según un ranking del Ministerio ocupamos el décimo lugar de entre los hospitales más complejos del país.
EL RANCAGUINO
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