Chilenos revivieron los "cacerolazos" en respaldo al movimiento estudiantil

Santiago revivió este jueves "los cacerolazos", una forma de protestar que los chilenos idearon durante la dictadura militar (1973-1990), con el fin de evitar ser detenidos en el marco de las jornadas de protesta que protagonizan jóvenes de todo el país por una educación pública gratuita y de calidad.

A partir de las 20:00 horas (00:00 GMT del viernes), miles de chilenos comenzaron a golpear cacerolas, sartenes, teteras y todo lo que pudiera sonar en respuesta a las demandas estudiantiles.

Los cacerolazos volvieron a las calles de Santiago. (Foto: UPI)

Mientras las escaramuzas y enfrentamientos se vivían en el centro de la capital, entre estudiantes y carabineros, los vecinos salieron a sus balcones a hacer sonar sus cacerolas, mientras al menos dos helicópteros de carabineros sobrevolaban la ciudad con sus reflectores encendidos.

En la Avenida Portugal, a pocas cuadras del Palacio de La Moneda, los vecinos salieron a la calle a tocar sus trastos, pero un grupo de carabineros a caballo arremetió contra ellos.

En varias poblaciones los manifestantes comenzaron a lanzar cadenas a los cables de alta tensión con el fin de cortar la energía eléctrica.

Minutos antes del "caceroleo" un grupo de estudiantes se tomó las dependencias de Chilevisión, donde permanecieron por más de una hora, dando cuenta de sus demandas por una mejor educación pública y gratuita.

El aire se ha tornado irrespirable en la capital chilena debido a la gran cantidad de bombas lacrimógenas que Carabineros utilizó durante todo el día, e incluso los conductores del Metro advirtieron por parlantes a los pasajeros que deben cubrirse la nariz y la boca debido al fuerte gas reinante en los túneles.

Según un informe parcial de Carabineros, se registraron más de 500 detenidos a nivel nacional.

También se ha registrado al menos 14 heridos, algunos de ellos Carabineros,mientras las ambulancias del servicio de urgencia trasladaron a varias personas desmayadas en plena vía pública como consecuencia de las bombas lacrimógenas.

Cooperativa.cl/EFE