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Cerca de 60 estudiantes de la Universidad del Mar de San Fernando, se reunieron frente al edificio del Departamento Provincial de Educación de Colchagua, con el fin de protestar por el escenario que vive actualmente dicha casa de estudios.
Cabe recordar, que el ministerio de Educación resolvió cerrar la universidad por la serie de irregularidades que ha presentado en el último tiempo, dejando así a un total de 18.000 alumnos con sus carreras inconclusas y con un futuro poco claro.
Mientras, los jóvenes protestaban en las afueras del edificio, adentro el Seremi de Educación de la Región de O’Higgins, Pedro Larraín Aguirre, junto con el Gobernador de Colchagua, Juan Carlos Abusleme y la Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Mar, Marta Molina, se reunieron con el rector de la sede centro sur de la casa de estudios, Patricio Galleguillos, el cual entregó algunas propuestas para resolver el problema.
En ese contexto, el Seremi de Educación de la Región de O’Higgins, Pedro Larraín, aseguró que “Efectivamente existen irregularidades que van en contra de los estatutos de la universidad, lo que obliga al ministro a plantear las solicitud del cierre de la institución. No es algo antojadizo, que busquemos o que estemos a gusto. Nuestro concepto es actuar en base a buenos oficios”.
“Todos los antecedentes se van al Consejo Nacional de Educación. Éste tiene entre tres a seis meses para contestar. Ya se le ha pedido una respuesta a la misma universidad, por lo que le queda reconocer varios puntos irregulares que hay en carpeta”, añadió Larraín.
Sin embargo, para la Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Mar, Marta Molina, la situación es totalmente disímil, ya que manifestó que “No estamos conforme para nada con la reunión efectuada, ya que el Seremi no trajo soluciones ni planteamientos, sólo vino a escuchar lo que se ha informado en los medios durante todo este tiempo. Nosotros necesitamos soluciones concretas con respecto a lo que va a pasar con nuestro futuro”.
“A nosotros no nos sirve esperar seis meses, necesitamos hoy día un pronunciamiento del ministerio de Educación. No entendemos por qué piden cerrar la universidad sin tener un plan de contingencia para saber qué va a pasar con los 18.000 estudiantes. A los que debieran castigar es a los empresarios, a los que realmente se robaron la plata, no a los estudiantes”, agregó Molina.
En lo que respecta al corto plazo, se seguirán realizando reuniones para desarrollar diversas propuestas y buscar un acuerdo en común que coloque fin a este problema, que tiene a 18.000 alumnos con un futuro incierto y un actual panorama sombrío.
DIARIO VI REGION
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