Apicultores de la Región se declaran en estado de catástrofe

La helada, la sequía, la falta de floración repercutieron con pérdidas que bordean un 70% de su producción. Si no reciben una inyección de recursos, comenzará una severa mortandad en las colmenas a causa del hambre y las enfermedades.

Ellos, pero principalmente sus abejas, son un eslabón básico y clave en la cadena de producción frutícola, por ello una crisis en este sector , en una Región como la Sexta, que posee un 40% de la fruta exportada a nivel nacional, anuncia una nueva debacle para esta temporada agrícola.

Si bien la helada de septiembre causó estragos en la floración de los frutales de O’Higgins, no fue hasta el final de la temporada que los apicultores comenzaron a ver las consecuencias del clima en sus abejas. Un año intensamente seco, la no floración de los árboles nativos como el quillay y el ataque feroz de los ácaros trajeron como consecuencia el peor año de la última década.

Según un estudio realizado por el ingeniero Agrónomo de Indap Luis Díaz, que tuvo como fin catastrar la situación del sector apícola, las 70.584 colmenas existentes en la Región bajaron en un 67,64% su producción de miel y otros productos derivados. Para graficarlo, de 3.440 tambores de miel recolectados en la temporada 2012-2013, para la temporada 2014 solo lograron 1.065. En consecuencia los apicultores de O’Higgins no tienen dinero para mantener la alimentación de las colmenas, ni tampoco su salubridad, lo que conllevaría a una terrible mortandad de abejas durante los meses del invierno.

“El problema no es solo que no tuviste miel, o una cosecha muy pobre, el tema es cómo mantienes las colmenas para salir del invierno. Para mantener una colmena con los productos más básicos, apretándonos el cinturón equivale a 12 mil pesos por colmena de marzo a julio. Cómo los apicultores van a solventar esos costos que son para alimentarlas, para cubrir las enfermedades, cómo sacas esa plata si no tienes ni para mantener tu casa”, explica Maritza Puga, dirigente de Apiunisexta.

Según la dirigente, O’Higgins es la única región que vive esta situación crítica, por lo que necesitan ayuda urgente del Ministerio de Agricultura, lo que se traduciría en una fuerte inversión por parte del Estado. “Hasta diciembre estuvo la emergencia decretada por el Gobierno tras la helada, después del 31 de diciembre todas las ayudas se perdieron. Como no había flores tuvimos que comenzar a alimentar nosotros las colmenas antes de tiempo del poco dinero que habíamos sacado. Indap lo que ofrece es alimentación (azúcar) para un máximo de 30 colmenas por apicultor, es decir 150 kilos. Un apicultor en O’Higgins con 400 colmenas necesita al menos 2 mil kilos para alimentarlas, o sea la ayuda nos alcanza con suerte para darles alimento una vez”.

Pedro Yáñez, también dirigente de la asociación gremial, explica que la salud de las abejas es otro tema delicado. Esto porque las colmenas necesitan ser cuidadas con productos específicos que prevengan a las abejas del embate de diversas plagas entre ella la varroasis, enfermedad producida por un ácaro llamado varroa, que aprovechándose de la debilidad de las abejas está atacando con especial fuerza.

“Sin alimento las abejas se debilitan y eso permite que entren las enfermedades con mayor facilidad. A la vez como los apicultores están sin recursos esonómicos, por eso están usando métodos artesanales para combatir este ácaro, lo que tiene como único resultado que mute y se haga más fuerte. Si no nos llega ayuda este mes ya no va haber alimento y la enfermedad acabará con la mayoría de las colmenas, cuando necesitamos tener a las abejas fuertes y sanas para que puedan cumplir con la polinización en primavera”.

Y es este punto donde habrá consecuencias en toda la cadena de producción frutícola de O’Higgins. Ello porque la escasez de colmenas elevará los costos de los servicios de polinización, con apicultores que no podrán cubrir la totalidad de los campos de frutales. “Históricamente los fruticultores han definido los precios de la polinización, pero este año se va a dar que los apicultores pondrán precio por la escasez de colmenas, y a eso sumemos que todos los años aumentan las hectáreas de producción frutícola, por eso lo más seguro es que la temporada que viene las colmenas existentes en la Región no van a ser capaces de cubrir toda la superficie de hectáreas donde se necesitan”.

Por su parte Maritza Puga subraya que esperan una respuesta del gobierno en los próximos días y que de ser necesario tendrán que protestar para recibir la atención de las autoridades. “Nunca lo hemos hecho, pero estamos tan mal que lo hemos pensado y si tenemos que ir a Rancagua, a la calle a pedir ayuda lo vamos a hacer pero tenemos que lograr que las colmenas sobrevivan este invierno”, concluye la dirigente apícola.

Seremi José Guajardo: “Este mes no puede terminar sin una solución”

El secretario regional ministerial de Agricultura José Guajardo explica que se ha reunido con el gremio de apicultores de la Región y que el próximo jueves se conformará una mesa apícola donde los representantes del gremio, de la seremi y de Indap analizaran el estado del sector y las solicitudes que se harán al gobierno central.

“La mesa es con el fin de llevar una solicitud clara a la reunión con el ministro que esperamos se realicé la semana subsiguiente, pero tenemos claro que abril no puede terminar sin una solución”.

El seremi asegura que la situación de los apicultores es de extrema gravedad como nunca en años anteriores “esto hace que se requiera un esfuerzo importante del Gobierno. A través de Indap la próxima semana entregaremos 60 millones de pesos en alimentación pero sabemos que no es suficiente y que necesitamos recursos extras, así que haremos una solicitud al ministro, una vez realizada la mesa de trabajo, que contemple un ítem de recursos para alimento y otro para la adquisición de productos para combatir las enfermedades que ya están atacando las colmenas”, sentenció el titular de Agricultura en la Región.

Alexis Rocha apicultor de Codegua

“La situación ha sido grave por la crisis del año pasado con la helada más sequía no hubo néctar. Por ejemplo el año pasado coseche 10 tambores de miel y este año uno, si tuve que irme a Collipulli, para cosechar apenas 2 tambores más entonces, estamos viviendo una emergencia. Además tenemos problemas con la varroa que nos atacó como nunca y ya no responde al producto que hemos usado siempre, lo que hace que se despoblen las colmenas”.

Manuel Sánchez apicultor de Requínoa

“Los que nos quedamos en la región vivimos una mortandad increíble como nunca en años, y estamos recién partiendo, porque en mayo se ve el total, yo calculo que he perdido un 60% de las colmenas terminando marzo, en años anteriores recién en agosto se veían las pérdidas. Para salvarnos necesitamos alimento, la mayoría tenemos compromisos para polinizar frutales y se nos va a complicar para cumplir”.

Irene Padilla A.

EL RANCGUINO