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Reciclaje y reutilización son los conceptos que priman en esta alianza entre la Universidad y la empresa de proteínas, lo que da como resultado una alternativa que logra darle un nuevo uso a la bandeja de pollo que habitualmente se bota a la basura.
Camila Barrios
Fotos Marco Lara
Uno de los productos que se consumen en casi todos los hogares del país, es el pollo, el cual se vende en la mayoría de los casos en bandejas que asociamos con el material de plumavit. Sin embargo, esa bandeja que llega directamente a la basura, luego de que sacamos la carne, tiene propiedades que se desconocen, y podrían ser útiles.
Este elemento cotidiano investigó la Universidad Federico Santa María y descubrió que las bandejas de poliestireno, al estar conformadas por este polímero termoplástico, sirven para el cuidado y mejor uso del agua en las plantas que se tienen en el hogar.
El poliestireno actúa de la siguiente forma: al impedir que el agua sea absorbida de forma inmediata por la tierra, ésta se mantiene húmeda por más tiempo, además impide que la tierra se apelotone en las macetas. Para utilizarla se debe secar al sol la bandeja del pollo que se compra en casa, luego se troza en pequeñas piezas. En un macetero se pone una capa de tierra, luego los pedazos de poliestireno hasta completar ¼ del recipiente. Finalmente se agrega la tierra y la semilla de lo que se desee plantar.
Y no sólo sirven para recipientes pequeños, esta iniciativa se puede realizar también en jardines, sólo hay que mezclar de manera aleatoria la tierra con los trozos de bandeja. Para más información sobre los procesos y video explicativos se puede ingresar al fan page de Somos Vecinos, esto ya que los cursos de la reutilización de la bandeja se enmarcan en el programa de Agrosúper “Somos vecinos”.
Lo interesante de este proyecto, es que además de ser difundido a través de internet, Agrosúper realiza actividades en terreno dentro de la región, para enseñar el correcto uso de la bandeja de poliestireno a los vecinos. Además de contribuir con el medio ambiente, es un aporte a las localidades de la zona, ya que muchas familias pueden apreciar los beneficios que esta innovadora idea trae.
Por el momento los talleres explicativos se han desarrollado en las comunas de Doñihue y San Francisco de Mostazal, pero se espera ampliarlo a Codegua, Rengo, San Vicente y Requínoa. Hasta el momento ha tenido buena acogida y cientos de personas ya han participado de los cursos prácticos donde se regalan maceteros y se les enseña cómo colocar las bandejas de pollo.
Susana Mignone, de la comuna de San Francisco de Mostazal comentó obre la iniciativa “para nosotros es súper importante, ya que pese a que vivimos en zona semirural el agua es escasa. Nos encantan las plantas, así que esto es importante. Ahora voy a terminar de hacer el cambio con el resto de mis jardín porque el agua está muy cara y tengo que cuidarlas”.
Otro testimonio es el de Ruth Ojeda, quien dijo sobre el curso “esta iniciativa la encuentro entretenida, uno experimenta cosas nuevas. Se ahorra tierra y agua. Transplanté algunas plantas y realicé el mismo trabajo de las bandejas para que mantengan más humedad” concluyó frente a los beneficios que esta innovadora idea trae a los vecinos.
Un millón y medio de bandejas de poliestireno son liberadas al mercado mensualmente por Agrosuper a través de la venta de sus productos envasados, esto si consideramos las decenas de años que tardan en descomponerse, generan un problema medioambiental. Ante esto se ha buscado la solución de la reutilización para mitigar no sólo la acumulación de basura, sino también la escasez del agua que afecta al país.
EL RANCAGUINO
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