Las mujeres -la madre y la hermana de Dayana Escobar Andrade-, en tanto, tuvieron sobreseimiento de la causa, pero por razones mentales; la resolución fue apelada y hoy se sabrá su futuro procesal.
Felipe Alvear Silva
En libertad luego del sobreseimiento definitivo de la causa, quedaron los identificados como Víctor Escobar Conejero (padre) y Javier Rivas Muñoz (cuñado), los dos hombres que en primera instancia fueron acusados de participar en el brutal crimen de Dayana Escobar Andrade (7), como parricida y homicida, respectivamente.
Así se estipuló durante la jornada de ayer, ocasión en la cual el abogado defensor de los implicados, el jefe de la Defensoría de Rancagua, Roberto de los Reyes, le solicitó al juez el sobreseimiento de sus cuatro defendidos, principalmente debido a las pruebas que concluían que ambos varones no tuvieron participación en este parricidio y homicidio que tuvo caracteres de crimen religioso. La petición fue bien considerada por el juez de Garantía, y como la fiscalía no tuvo oposición, esta fue ratificada y quedó asentada la inocencia de Escobar y Muñoz.
En el caso de Silvia Alicia Andrade Cabezas (madre) y Daniela Escobar Andrade (hermana), acusadas de parricidio y homicidio, respectivamente, el defensor Roberto de los Reyes presentó los exámenes realizados por el Servicio Médico Legal, que indicó que las mujeres padecieron de una enajenación mental con delirio compartido y ético religioso, lo que según el defensor son “pruebas contundentes”. El hecho fue aceptado por la Fiscalía Local, pero arguyeron que de acuerdo a su situación mental son un peligro para su propia integridad.
El juez decidió aceptar la solicitud de Roberto de los Reyes, por lo que decretó el sobreseimiento definitivo de las dos imputadas por parricidio y homicidio. Sin embargo, la decisión que pondría punto final al caso de Parricidio de Machalí, deberá ser revisada hoy en la Corte de Apelaciones, ya que la Fiscalía Local de Rancagua apeló la decisión del juez.
EL RANCAGUINO
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