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La vocera de los productores del Valle Central, Gloria Paredes, junto el diputado DC Sergio Espejo llegaron hasta La Moneda para pedir la intervención del Ejecutivo ante desplome de los precios de este cultivo.
Con una sentida carta, representantes de más de 4 mil productores de maíz de las regiones Metropolitana, VI y VII, llegaron hasta el Palacio de La Moneda en busca de la ayuda comprometida por la Presidenta Michelle Bachelet desde su anterior gobierno. Ello, ante la grave crisis que vive el sector maicero debido al ingreso de producción subsidiada de otros países y que, por lo tanto, compite de manera desleal con los productores nacionales.
Junto al diputado DC Sergio Espejo, quien ha gestionado su presencia en la Comisión de Agricultura de la Cámara, los dirigentes llegaron a la sede de gobierno encabezados por la Alcaldesa de Palmilla Gloria Paredes, vocera del Movimiento Maiceros del Valle Central, quien sostuvo que “la crisis que pasa nuestro sector es compleja porque el maíz es un commoditie que se ve afectado por los precios internacionales. Finalmente nos están pagando menos que lo que cuesta nuestro trabajo a lo largo de 110 mil hectáreas involucradas en nuestras tres regiones, de las cuales 70% corresponde a pequeños agricultores campesinos”.
La crisis se concentra en las tres regiones del valle central y afecta principalmente a familias campesinas “que son quienes movilizan nuestra agricultura. Ellos han confiado y aún confían en la Presidenta Bachelet y hoy vienen con un petitorio en serio, porque la crisis de los precios requiere actuar con urgencia”. En ese sentido, dijo que espera que el Ministerio de Agricultura pueda actuar con mayor rapidez de la que ha expresado hasta ahora. “Lo que hoy vienen a pedir es un apoyo concreto, a través de un bono, que permita a este sector estratégico de nuestra agricultura salir adelante de la coyuntura actual”.
Espejo agregó que, una vez resuelto el problema de los precios, el Estado debe implementar medidas de largo plazo que permitan a los productores de maíz competir en igualdad de condiciones con los productos extranjeros y entregándoles apoyo tecnológico. “Si ellos no reciben ayuda, enfrentaremos una profunda crisis de la agricultura campesina. Un país sin agricultura no se alimenta, no exporta ni se desarrolla”, concluyó el legislador por el distrito 35.
EL RANCAGUINO
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