En enero, el Gobierno a través del Ministerio de Vivienda, dio a conocer el último catastro de la reconstrucción de viviendas post terremoto. Si bien, según el organismo más de un 90% del proceso regional está terminado, aún hay comunas que por diversos motivos siguen con decenas de proyectos habitacionales por iniciarse.

El Gobierno del Presidente Sebastián Piñera está en pleno proceso de despedida y en estos cuatro años que duda cabe que es la reconstrucción post terremoto uno de los ejes que marcaron su periodo presidencial. En este marco el Ministerio de Vivienda dio a conocer el último catastro de la reconstrucción, un informe que contabiliza a enero de este año los avances en la entrega de viviendas nueva o reparadas a los damnificados. El Gobierno mostró su satisfacción con los resultados ya que según los datos oficiales, un 88% de las 222 mil familias damnificadas a nivel nacional y que postularon a subsidios a la reconstrucción y reparación ya tienen en sus manos las llaves del nuevo hogar, mientras el resto de las viviendas estarían en pleno proceso de reconstrucción o con obras por iniciar.
En el caso de la Región, según el informe, han sido entregados 21.010 viviendas entre reconstruidas y arregladas, más de un 90% de lo comprometido, quedando más de 5 mil proyectos en obras de construcción y 260 aún en proceso de inicio de obras.
Según el seremi de Vivienda, Jorge Silva, el Gobierno y las comunidades actuaron con eficiencia ante la emergencia y el resultado es que en menos de cuatro años esté gran parte de la reconstrucción saldada. ”Considerando que eran casi 27 mil viviendas nuevas, considerando la capacidad de la Región y del Serviu al 2010 para reaccionar a un terremoto, fue una región entera la que se movilizó para lograr que ahora a cuatro años estemos casi con el proceso finalizado. Esto es el resultado del esfuerzo de los municipios, de las EGIS, de las familias que se organizaron y también del personal del Ministerio que se puso la camiseta por apurar la entrega de viviendas”.
Así también Silva asegura que el Serviu no volverá a ser el mismo de hace cuatro años atrás ya que el concepto de casa social dio un giro completo en los últimos años especialmente hacia la calidad de vida de las familias beneficiadas. “Gran parte de los procesos que existían antes del terremoto se han agilizado tanto en revisión como en aprobación de los proyectos sin dejar de lado que estos tuvieran calidad y estuvieran hechos de acuerdo a la normativa vigente. Todos los conjuntos habitacionales cuentan con nuevos estándares: viviendas con mayor cantidad de metros cuadrados, sobre todo departamentos o viviendas en altura donde se están entregando con tres dormitorios con baños equipados y también quisimos saldar una deuda de siempre del Minvu, que tenía relación con el exterior, con el barrio, ya que hoy se puede ver que algunos conjunto fueron intervenidos para sacar provecho del espacio público dándole barrios de calidad a las familias”.
AUN HAY TRABAJO PENDIENTE
Según el catastro del Minvu, de las 33 comunas de la Región, 11 ya no tienen obras por iniciar. Sin embargo aún hay zonas donde la reconstrucción presenta señales de atraso. Se trata principalmente de las comunas de Pichilemu y Peralillo que de acuerdo al número de viviendas que están aun con obras pendientes las hace ser las más atrasadas del proceso.
En el caso de Pichilemu todavía quedan 115 viviendas sociales que no inician sus obras de construcción, una cifra que según el alcalde Roberto Córdova, tiene variadas razones. “No podría decir si fueron atrasos intencionados o no, pero claramente nosotros como municipalidad sentimos que el Ministerio no tuvo la mejor voluntad con el trabajo en la comuna, no quiero juzgar intenciones, pero siento que el Serviu se demoró mucho tiempo en decidir y dar las soluciones finales, los comités de vivienda Nueva Ilusión y Santa Marta recién están iniciando obras y eso tiene que ver con los atrasos en la toma de decisiones del Minvu a nivel regional”.
A su vez, Córdova asegura que hubo un manejo político de los damnificados que aumentó las consecuencias negativas para el proceso de reconstrucción. “Hubo comités como el Gorbea que en algún momento fueron manejados por consultoras ligadas a la UDI y la verdad es que se transformaron en un tremendo problema porque de las 600 personas a las que ellos comprometieron otorgarles vivienda, sólo 200 y algo más cumplieron los requerimientos”. El edil subraya que la llegada del seremi Jorge Silva cambió la forma de funcionar del Minvu ya que con él se dio un enfoque técnico que permitió apurar el tranco de los proyectos.
Ahora, explica, espera que el nuevo gobierno también de un enfoque meramente técnico y no político a lo que resta de la reconstrucción. “Hubo un uso político de la reconstrucción y con la presencia del seremi Silva se pudo solucionar en parte los problemas que se habían originado en los primeros años. Uno nunca sabe cómo viene la mano de los nuevos gobiernos, pero se espera que las nuevas autoridades de vivienda sean autoridades competentes, que tengan una mirada técnica respecto a un tema tan sensible como este”.
PERALILLO
En el caso de la comuna de Peralillo, la situación es distinta. Según Arnaldo Rencoret, encargado de la EGIS municipal, el atraso en la reconstrucción de viviendas se debe a dos factores claves: la gran cantidad de subsidios patrimoniales de la zona, y en segundo lugar las exigencias en el tipo de construcción impuestas por el ex alcalde Gerardo Cornejo. “El casco histórico de Peralillo y del sector Población concentraron la mayor cantidad de daños a viviendas patrimoniales, nosotros llegamos a casi 150 subsidios de este tipo cuando el promedio en comunas vecinas no superaba los 40. Como se sabe la reconstrucción patrimonial significa un proyecto distinto por cada vivienda, y la asesoría de expertos en arquitectura patrimonial, y esto ha tenido como consecuencia un atraso en las obras”. El encargado del área de Proyectos de Vivienda del municipio agrega que “el alcalde anterior, que vivió la primera etapa de la reconstrucción, solicitó al Minvu que las viviendas que aquí se reconstruyeran fueran de concreto y no de materiales más ligeros y ensamblables como son la mayoría de los proyectos de reconstrucción. En los primeros años ninguna empresa venía a trabajar aquí a hacer esto proyectos de ladrillo, porque eran caros y lentos, pero al pasar el tiempo y al aumentar el número de constructoras en la zona la situación se agilizó”.
Rencoret asegura que de los 60 proyectos que aún no inician su construcción, más de 50 son de viviendas patrimoniales por lo que esperan que a la brevedad esta situación cambie. “En el caso de patrimonio en un principio las comunas debían recurrir a expertos de Santiago y el hecho de que ellos tuvieran que venir hasta acá hizo todo más engorroso. Hoy existen dos empresas asesoras en patrimonio en Santa Cruz y Marchigüe y con ellos la concreción de proyectos patrimoniales se ha hecho mucho más rápida”, sentencia Rencoret.
Irene Padilla A.
El Rancaguino
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